jueves, 14 de marzo de 2013

6 Mitos sobre el ahorro energético en la cocina


La cocina es la estancia donde más energía, agua y gas suele consumirse en el hogar. Hoy en día, cualquier ahorro es importante. A veces, tenemos en cuenta ciertas creencias que hemos ido escuchando, en muchas ocasiones resultan falsas y sólo consiguen el efecto contrario. Quizás te sorprenda lo que vas a leer a continuación, ¡toma nota!

1. Mantener los fluorescentes de la cocina encendidos consume menos que encenderlos y apagarlos: FALSO. 

Este típico consejo que habrás escuchado de un amigo o incluso un familiar es totalmente falso. El encendido de estos supone un sobreconsumo, pero de apenas un fracción de segundo, por lo que nunca compensará el hecho de dejarlos encendidos permanentemente. Lo que sí que debemos destacar de los tubos fluorescentes, a diferencia de los LED, es que hecho de encenderlos y apagarlos en repetidas ocasiones puede acortar su vida. Sea como sea, lo mejor es optar siempre por bombillas de bajo consumo que suponen un ahorro energético real. 


2. Los aparatos en standby no consumen electricidad: FALSO. 
Mantener los aparatos en modo espera o standby supone hasta un 15% de la energía que consumiría este aparato si estuviese encendido. Tanto es así, que puede llegar a representar el 5% del gasto de energía de una vivienda. Si no vas a usar el aparato, ¡mejor apágalo! 



3. Usar el lavavajillas gasta más que lavar los platos a mano: FALSO.
Pese a lo que se pueda llegar a pensar, el lavar a mano consume más que usar el lavavajillas. Y es que, pese al gasto de luz que este electrodoméstico pueda suponer, siempre que se trate de un lavavajillas eficiente, el lavado a máquina puede llegar a ahorrar hasta un 40% más de agua y un 10% de energía. Eso sí, a la hora de poner el lavavajillas deberemos de elegir el programa más adecuado para el tipo de carga que tenga en ese momento y así evitaremos derroches innecesarios.

4. Si pones la llama de los fogones/vitrocerámica al máximo, calentará antes: FALSO. 
Si cocinamos con gas, poner la llama al máximo no supondrá que la comida se haga antes, ya que las llamas que sobresalgan de la base del recipiente, no sólo no lo calentarán, si no que, además, quemarán la olla o la sartén. Por eso, a la hora de cocinar, siempre debemos fijarnos que la llama se ajuste a la base del recipiente que estemos utilizando en ese momento, para evitar derrochar energía. Lo que sí que ayudará a que la comida se haga antes es el uso de tapas tanto en ollas, como en sartenes, ya que no se perderá el calor y el mismo vapor de los alimentos ayudará a acelerar la cocción. Este consejo también se puede aplicar para aquellos que cocinen con vitrocerámica eléctrica o de inducción.


5. Los grifos monomando ayudan a ahorrar: VERDADERO.
Las griferías monomando (aquellas que disponen de una sola palanca para ajustar el caudal y la temperatura), ayudan a ahorrar respecto a las bimando o los grifos individuales, siempre y cuando se utilicen correctamente. Esto es, cada vez que se abra el grifo, si no se necesita agua caliente, éste debe estar en posición de frío, ya que si no estaremos haciendo que la caldera se ponga en marcha, aunque esta no llegue a producir agua caliente, generando unos picos de energía que suponen un derroche de la misma. 

6. La cocina de gas gasta más que la eléctrica: FALSO. 
Pese a que son mucho más actuales, las cocinas vitrocerámicas consumen hasta cuatro veces más que las de gas. Además, la electricidad es mucho más cara que el gas pese a sus múltiples ventajas. Por ello, si disponemos de una cocina con vitrocerámica eléctrica lo ideal es que utilicemos menaje adecuado para este tipo de placas con el fondo grueso difusor, de esta manera lograremos una temperatura más correcta y homogénea en todo el recipiente. Hoy en día tenemos la opción de elegir placas combinadas en las que nos encontraremos con fogones de gas y hogares de vitrocerámica, todo en uno. También hemos de tener en cuenta que las vitrocerámicas de inducción son mucho más eficientes y gastan menos que las vitrocerámicas convencionales. 

Algunos consejos extra para ahorrar energía en la cocina:


  • No pongas todos los aparatos eléctricos a funcionar a la vez: Para aprovechar mejor la potencia contratada es mejor poner la lavadora y, una vez terminada la colada, conectar el resto de aparatos.
  • ¡Reclicla, recicla y recicla! Sé imaginativo y piénsatelo antes de tirar algo que podría serte útil en el futuro. Por ejemplo, los cepillos de dientes viejos son ideales para limpiar zonas de difícil acceso (como las juntas de los azulejos por ejemplo). También puedes aprovechar los botes de cristal con su tapa para guardar especias, pastas... o usarlos como recipientes para conservar tus recetas caseras. 
  • Mantén un “orden eficiente” en tu frigorífico: Para evitar que nuestra nevera trabaje más de lo necesario es recomendable disponer los alimentos de manera que no obstruyan las salidas de aire del interior del frigorífico. De este modo se favorecerá la circulación del aire logrando así una refrigeración más eficiente y un menor consumo eléctrico. Otra buena idea es la de descongelar los alimentos en el interior del frigrorífico, será un proceso más lento y habrá que sacar los alimentos congelados con antelación pero así se aprovechará el frío y por lo tanto se gastará menos energía. 
  • Aprovecha el calor residual cuando estés cocinando: Una forma de ser más eficiente es apagar el horno o la vitrocerámica unos minutos antes de acabar de cocinar. De esta manera, se aprovecha el calor residual sin necesidad de consumir energía.

  • No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    ¡Deja tu comentario!